El aliso común, Alnus glutinosa, también conocido como alno, humero, copo verde, y también abedul es un árbol de origen Euroasiático que se puede encontrar en la mayor parte de estos dos continentes. A pesar de ser conocido como Abedul, no se le debe de confundir con otra variedad de árboles a los cuales se les suele llamar por este nombre (principalmente árboles del género Betula).
El aliso es un árbol de caducifolio de gran altura el cual suele rondar los 20 metros de altura aunque llegan a alcanzar hasta los 30 metros de altura. Son árboles longevos los cuales pueden llegar a vivir más de cien años. Se caracteriza por su corteza gruesa y de color pardo o verde obscuro con textura resquebrajada.
El nombre de glutionsa se le da debido a que las hojas tiernas de esta planta suelen tener una textura pegajosa debido a la presencia de resinas. Así mismo sus hojas son grandes y de forma ovalada, alcanzando hasta 12 centímetros de largo.
Los alisos florecen durante los meses de febrero a abril, las flores suelen aparecer incluso que las hojas (el árbol pierde su follaje durante el invierno). Las flores crecen como racimos de florecillas en las partes altas, su color es amarillo o rojo (dependiendo del sexo).
Para fines medicinales se colectan las hojas, esto se realiza durante la primavera, cuando las hojas son jóvenes y viscosas. Algunos usos menos frecuentes también emplean la corteza, esta se puede colectar incluso antes que las hojas. Ambas partes son colectadas y puestas a secar en la sombra para después ser almacenadas en recipientes herméticos.
Dentro de la composición de las hojas existen diversas resinas, azúcares y alcoholes; mientras que en la corteza podemos encontrar una gran cantidad de taninos, así como ácidos grasos (palmítico y esteárico principalmente).
Propiedades terapéuticas
Los taninos de la corteza del aliso le confieren propiedades astringentes y descongestionantes. Por su parte las hojas se suelen emplear como analgésico tópico.Los usos son muy variados y se puede usar para problemas de diarrea, congestiones en vías respiratorias, hemorroides, reumas, entre otros problemas.
Sus usos más comúnes suele ser como remedio para dolores en los pies, u otros dolores en la piel; además para lavados de heridas o reumatismos.
Es importante señalar que en ningún caso se deberán ingerir las hojas de forma directa ya que sus efectos son altamente indeseables: nausea, mareos y vómitos, aunque esta propiedad se puede aprovechar para provocar vómitos en caso de intoxicaciones.
Modos de Uso
- Hojas. Se puede aplicar las hojas tiernas y frescas del aliso sobre zonas lastimadas o con dolores, el contacto provoca un efecto analgésico.
- Decocción. Se prepara con 15 gramos de la corteza en medio litro de agua, se deja hervir durante 10 minutos, se filtra y posteriormente se puede usar al tiempo. Ideal para hacer lavados de heridas, así como tratamiento de hemorroides y reumas.
- Gargarismos. Se hace una decocción con 40 gramos de corteza en 1 litros de agua. Se filtra y se deja enfriar. Se emplea para hacer gárgaras y contrarresta inflamación, irritación o dolor en toda la garganta, faringe y laringe.
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