la planta como las antraquinonas, el ácido crisofánico y la lignina. Dichos elementos tienen propiedades antiinflamatorias, regeneradoras celulares y desintoxicantes. Además de aliviar en gran medida el picor y el enrojecimiento de la piel.
El uso del aloe vera se pueden
compaginar con un tratamiento médico tradicional o con otros remedios naturales
ya que no tiene contraindicaciones.
El
tratamiento puede ser tópico o ingerido. Lo ideal es llevar
a cabo los dos para potenciar los beneficios.
El uso tópico es tan simple como extender aloe vera en las placas de
psoriasis un par de veces al día. Esta práctica aliviará los picores, las
rojeces e hidratará la piel ayudando a reducir la descamación. Se puede hacer
de dos formas: gel de aloe vera extraído directamente de la planta (si tienes
una en casa o con la compra de hoja) o usando jugo o gel procesado. En este
último caso, debes asegurarte que el contenido de aloe vera sea superior al 95%
y que sea un producto de calidad.
Puedes complementar el tratamiento
ingiriendo jugo de aloe vera cada día. Como anteriormente, puedes usar el gel
directamente extraído de la hoja o tomar jugo de aloe. Tan solo debes tomar
unos 50ml diarios de jugo en ayunas. Esto te ayudará a reforzar el sistema inmunológico, a desintoxicar el organismo y a
ayudar a la regeneración celular.
El aloe vera no sólo ayudará a
sobrellevar esta enfermedad sino que podrás reducir o eliminar la agresiva
medicación que, en muchos casos, está basada en el consumo de corticoides.
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