El aloe vera es una planta medicinal que forma parte de numerosos productos farmacéuticos, estéticos y corporales. Sus propiedades terapéuticas
 hacen que no pare de crecer su fama de planta curativa, de remedio para
 todo. Y nuestra cabeza no es ajena a las propiedades beneficiosas de 
esta planta. Por eso en este artículo vamos a ver cómo usar aloe vera para evitar la caspa.

 
Una de las principales zonas receptoras de los beneficios del aloe vera es la cabeza.
 Existen muchos productos comerciales en forma de champús o 
acondicionadores que contienen aloe vera, pero en ellos sus principios 
activos acaban atenuados. Así que en este caso vamos a usar hojas de aloe vera obtenidas de plantas de más de 3 años.
 
Aunque toda la hoja de aloe vera es beneficiosa y llena de propiedades, lo ideal es hacernos con la pulpa de la hoja.
 Incluso podemos ir a más y aplicarnos el jugo de dicha hoja. Para 
obtener la pulpa cogeremos un cuchillo y separaremos la parte verde de 
la parte interior que es gelatinosa. Esa parte semitransparente es lo 
que se conoce como pulpa. Podremos pasarla por la batidora o estrujarla 
para obtener el jugo.
 
 
 
 En cualquier caso, ya sea jugo, parte interna de la hoja o pulpa, 
cualquier parte del aloe nos vendrá bien, no solo para acabar con la 
caspa, sino incluso para intentar combatir la temida caída del cabello. 
En el cuero cabelludo, el aloe actúa expulsando las bacterias y los 
depósitos de grasa que obstruyen los folículos pilosos, siendo muy 
efectivo en el tratamiento de la caspa y seborrea, que 
de no ser tratada a tiempo, conduce inevitablemente a la caída del 
cabello. Sus componentes estimulan la regeneración y nutrición capilar, 
favoreciendo la recuperación del cabello.
En cualquier caso, ya sea jugo, parte interna de la hoja o pulpa, 
cualquier parte del aloe nos vendrá bien, no solo para acabar con la 
caspa, sino incluso para intentar combatir la temida caída del cabello. 
En el cuero cabelludo, el aloe actúa expulsando las bacterias y los 
depósitos de grasa que obstruyen los folículos pilosos, siendo muy 
efectivo en el tratamiento de la caspa y seborrea, que 
de no ser tratada a tiempo, conduce inevitablemente a la caída del 
cabello. Sus componentes estimulan la regeneración y nutrición capilar, 
favoreciendo la recuperación del cabello.
  
 
 
Una vez obtenida la pulpa o el jugo de aloe vera, la forma más correcta de aplicarlo sería extenderlo sobre la cabeza y masajear
 un poco para que penetre tanto en el cabello como en el cuero 
cabelludo. Dejaremos que actúe entre 10 y 40 minutos y procederemos a 
enjuagar el cabello. 
 
 
 
Actuando de esta manera con relativa frecuencia conseguiremos eliminar la caspa,
 nutriremos profundamente los folículos pilosos, activaremos los 
mecanismos que generan el cabello, estimularemos su crecimiento, 
lograremos que luzca fuerte y hermoso e incluso detendremos su caída.
 
 
 
 
 
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