Unas gotas de aloe vera son un auténtico elixir de salud,
bienestar y juventud para tu piel. Si tienes una planta o si prefieres
adquirir el gel ya extraído éstas son algunas de sus posibilidades:
Quemaduras solares o aftersun
El gel de aloe es perfecto para calmar y refrescar tu piel
después de un día de playa o piscina. Con él tu piel recupera su
equilibrio y las posibles irritaciones y quemaduras quedan
neutralizadas. Si tienes una planta, no dudes en añadir unas gotas de la savia extraída de la base de una de sus hojas a tu crema habitual
para después del sol. Si te has quemado, también puedes aplicar
directamente la pulpa de la hoja en la zona cutánea más dañada (a modo
de compresa). El efecto calmante y regenerador será inmediato.
Antiestrías
Si quieres reducir la presencia de estrías derivadas de las bruscas variaciones de peso (dieta o embarazo) en el aloe vera encontrarás tu mejor aliado. Tras una cuidadosa limpieza y exfoliación, mezcla unas cucharadas de aceite neutro (oliva o almendras dulces) con unas gotas del gel de la planta
(o con su aceite esencial) y pasa, cada noche, un algodón empapado con
este remedio por la zona afectada. Con algo de constancia, verás que la
estría se reduce (o desaparece totalmente si es reciente) y tu piel
queda suave y tersa.
Mascarilla antiarrugas
Con la pulpa del aloe vera puedes hacer una excelente mascarilla capaz de tonificar tu piel previniendo el envejecimiento prematuro.
Pídele prestada una de sus hojas (penca) a tu planta de aloe. Pélala y
extrae la pulpa. Trocéala y aplástala con ayuda de un tenedor. Mezcla
con una cucharada de miel y deja reposar en la nevera unos minutos.
Aplica esta mascarilla en tu rostro limpio y seco y deja actuar 10
minutos. Retira con agua fría y descubre toda la luminosidad de tu piel.
El aloe tiene también importantes propiedades antibacterianas y fungicidas
por lo que si tu cutis tiene tendencia al acné también puedes preparar
una mascarilla de lo más eficaz, similar a la anterior pero sustituyendo
la miel por unas cucharadas de yogur natural.
Pies suaves y libres de hongos
Incluye el aloe vera en el cuidado de tus pies para mantenerlos suaves,
bonitos y protegidos frente al ataque de posibles bacterias. A la hora
de eliminar durezas, distribuye un poco de pulpa y/o savia de la planta sobre la lima (o piedra pómez) y haz tu pedicura de la manera habitual. Tras esta exfoliación profunda, aplica normalmente tu crema hidratante dando un buen masaje a tus pies.
Cabello brillante y libre de grasa
Para eliminar impurezas y lucir una melena envidiable, tras el lavado, distribuye por el cuero cabelludo y el pelo una mascarilla a base de aceite de oliva y gel de aloe vera. Masajea con la yema de tus dedos unos minutos y retira con abundante agua. Hazlo una vez a la semana y tendrás un pelo sin puntas abiertas, no graso y con brillo extra.
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