domingo, 20 de octubre de 2013

Uso Medicinal de la Manzanilla

La manzanilla o camomila es una hierba que suele crecer silvestre, y existen en su género tres variedades diferentes. Las especies de manzanilla común y romana se caracterizan por sus pequeñas flores blancas, a diferencia de la manzanilla hedionda. Las dos primeras tienen
diversos usos en la medicina y la perfumería, mientras que la tercera se utiliza como componente de algunos venenos utilizados en fumigaciones. Se adapta fácilmente a casi cualquier condición, aunque es originaria de las regiones subtropicales de Europa y Asia. 

Sus flores, muy características, son semejantes a una margarita muy pequeña, de pétalos blancos muy pequeños y frágiles y tienen un centro amarillo predominante. Son en general flores muy aromáticas con cierto sabor acre, y suelen aparecer en primavera. 

Su tallo puede alcanzar el medio metro de altura, y es de porte herbáceo y erguido.

Ya desde el momento en el que se le concedió un nombre científico en el siglo XVIII, sus propiedades medicinales eran reconocidas y apreciadas. Su género lo debe al nombre latino de matriz, referido al útero. Ya desde antiguo se conocían sus cualidades como un tratamiento excelente para las enfermedades relacionadas con la mujer. Su aceite esencial es usado por numerosas industrias de cosméticos y perfumería, por su aroma y propiedades emolientes. Este mismo aceite se emplea en la medicina natural en preparaciones relacionadas con la aromaterapia.
 
De ellas se extrae también una esencia empleada en perfumería, medicina y cosméticos para el cabello.

Beneficios de la Manzanilla

Para preparar una infusión correctamente: Para lograr aprovechar al máximo las propiedades de esta planta se recomienda su consumo fresco. Se prepara en forma de té bien caliente, con 10 gramos de flores o ramas por cada litro de agua, procurando que la cocción de las hierbas no sea excesiva y tapando el recipiente donde se realice la preparación pues la evaporación puede restarle capacidad a sus propiedades. Se recomienda endulzarla con miel pues ambos sabores se complementan muy bien.


Dolores de estómago, cólicos menstruales : Beber una taza de té de manzanilla y poner emplastos de la misma planta sobre el vientre. Esta misma preparación funciona eficazmente para expulsar los gases intestinales.
 
Reumatismo, calambres y nerviosismo : Beber una taza de té de manzanilla. Es un ansiolítico maravilloso.
 
Fiebre : La acelga triturada junto con corteza de malva y manzanilla es de gran ayuda en los estados febriles del organismo.
 
Asma : En infusión, mezclar hierbabuena y manzanilla en iguales proporciones. Tomarla durante los accesos asmáticos.
 
Cabello : Para realzar el color dorado del pelo, especialmente en los niños, se recomienda el uso del aceite esencial de la manzanilla, o aclarar el pelo de los niños tras el lavado con infusión de manzanilla.
 
Antiinflamatorio y cicatrizante : El cataplasma de manzanilla aplicado sobre las zonas afectadas es un remedio muy efectivo y relajante.
 
Gripe, catarros y bronquitis : Para despejar las vías aéreas las inhalaciones del vapor de la infusión de manzanilla son especialmente efectivas.

Contraindicaciones

Puede provocar una ligera irritación de la piel en algunas personas y otros síntomas de alergia generalmente de poca importancia, pero que pueden complicarse en ciertos casos. Se aconseja comprobar el grado de sensibilidad que se tiene a esta planta.

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